lunes, 23 de noviembre de 2009

PROCURA LA RECONCILIACION

Lea Isaías 55:6-12. En este mensaje Dios quería que su pueblo regresara a él, aunque Dios espera con los brazos abiertos para recibirnos hay una respuesta de nuestra parte antes que sea restaurada nuestra relación con Él. Todavía tenemos la responsabilidad de buscar a Dios.

Aunque Dios nunca se mantiene alejado del genero humano ,hay veces en que la propia respuesta espiritual del hombre la convierte en una oportunidad favorable para buscar a Dios. Si no nos volvemos al Señor cuando el Espíritu de Dios nos convence de pecado, pudiera ser mas difícil que respondamos a esa misma convicción en el futuro .Cuando sentimos que el Espíritu de Dios trata con nosotros, esa es la oportunidad de invocar a Dios y buscarlo. El persistente rechazo del Espíritu puede endurecer nuestro espíritu y hacer más difícil que reconozcamos la voz de Dios la próxima vez que él hable. Reconciliarse con Dios requiere un viraje total e ir en dirección contraria. No podemos esperar reconciliarnos si seguimos en nuestras costumbres y conductas pecaminosas. Debemos apartarnos por completo del pecado y volvernos a Dios.

El arrepentimiento es más que sentir pesar cuando sufrimos las consecuencias del pecado. No se trata simplemente de reformar y tomar resoluciones de ser mejores.
El arrepentimiento es un total cambio de actitud hacia Dios, hacia el pecado y hacia la vida. Este arrepentimiento es nuestra parte en la salvación. Cuando nos arrepentimos tenemos la seguridad de que Dios será amplio en perdonar. Su perdón es total cuando el pecador se arrepiente y cambia la dirección de su vida.

También el pecado nos impide aceptar el pensamiento de Dios, Mientras éramos pecadores, considerábamos los caminos de Dios ridículos y difíciles de entender. Asi es porque los pensamientos de Dios son más altos que los pensamientos de los hombres como el cielo está más alto que la tierra. Una de las formas en que la sabiduría de Dios esta encima de la nuestra se halla en el poder de su Palabra para dar vida. Dios comparó su palabra con la lluvia, esta riega la semilla sembrada en la tierra y cumple el proposito para el que fue enviada, producir vida y fruto. Asi la predicación de las buenas nuevas de la palabra de Dios produce fruto espiritual. Aun cuando no todos lo acepten, muchos lo aceptaran. Cuando se proclama la palabra de Dios ésta no volverá vacía.

La oferta de reconciliación de Dios no carece de resultados en nuestra vida. Cuando estamos reconciliados con Dios, tenemos gozo, y paz. Su bendición llega a ser nuestra porción diaria.

Dios creo a las personas con la capacidad de comunicarse con él y disfrutar de su comunión. Pero el pecado se interpuso entre Dios y su creación, y los resultados de ese pecado son seguros.

Dios desea reconciliarse con la humanidad rebelde y pecadora. Pero hay algo que se exige de nosotros en la reconciliación. Dios nos ha llamado a ponerle fin a nuestro pasado pecaminoso y a comenzara a vivir para servirle a él. Y cuando lo hacemos, Dios perdonará y nos limpiara por completo del pecado. Entonces podemos disfrutar de su COMUNION Y BENDICION.

Aportación de Octavio Solorio Zamora

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